FRAY JEAN ECOFFE Y FRAY ANTONIO BASIRE (REDENTORES)

 

 

 

 

 

Entre los años 1635-1640 hicieron ya algunos intentos de redenciones pero fracasaron.

 

La redención de Túnez de 1641.

 

 

Al principio tuvieron que sufrir mucho porque tuvieron que depositar todo el dinero que llevaban en la aduana.

El rey les denegó la licencia de rescate hasta que no llegaran. Los cautivos turcos retenidos en Francia. Finalmente se les presentó la ocasión de rescatar a los cautivos franceses que venían de la ciudad de Argel. Consiguieron liberar a 40. Con ellos volvieron a Francia.

Llegaron a Marsella el 16 de abril de 1641. Se organizó una solemne procesión.

 

La población de Marsella consideró la llegada de los cautivos como una bendición de Dios, pues estaban padeciendo una pertinaz sequía y aquel día, al terminar la procesión, comenzó a llover. Atribuyeron este favor a las oraciones de los cautivos.

 

Fueron pasando, como de costumbre, por las ciudades donde habían casas trinitarias. En Paris, la procesión llego hasta Notre Dame y hasta San Eustache. En esta gran iglesia pronuncio el sermón de circunstancias el P. Ministro General de la Orden, fray Louis Petit. El mismo Ministro General despidió a los cautivos proveyéndoles de lo necesario para llegar a sus lugares de origen.

 

Más tarde, el P. Jean Ecoffé efectuó otra redención en la costa atlántica de Marruecos. Tras una larga estancia en tierras africanas e innumerables sufrimientos, consiguió rescatar 41 cautivos franceses. A la vuelta estuvo a punto de caer en manos de unos corsarios argelinos. Atribuyó su liberación a la protección de Nuestra Señora del Buen Remedio, protectora de los cautivos.

 

Al llegar a Francia hicieron el acostumbrado recorrido. En la ciudad de Vienne fueron recibidos y agsajados por los miembros de la Cofradía de la Santísima Trinidad que eran unos 2.000. El 2 de diciembre de 1641 llegaron a Paris donde se celebró la procesión y se pronunció el sermón.