EL FENOMENO DEL SUICIDIO
El acontecimiento del suicidio está
presente porque el ser humano piensa la muerte a diferencia de cualquier ser
vivo, hasta se expresa a través de ella, ya sea en ornamento, en monumento, en
las diversas artes, en la cultura en sí. En cuanto a los sentimientos, son
diversos los que se sienten ante el más allá, pueden ser de miedo, que sería el
más común, pero sin lugar a dudas el más extraño de todos los sentimientos y
acontecimientos humanos es el de desear la muerte propia...
Cada suicidio (del latín sui auto
+ cidium, matar).rinde testimonio de una trágica ruptura con la vida. Sin tener
en cuenta que la vida es un bien de Dios y un inapreciable regalo para
nosotros.
Según la Organización Mundial de
la Salud (OMS), cada 40 segundos se produce un suicidio en algún lugar del
planeta. Es decir, hay un millón de muertes anuales por esta causa, más que las
víctimas que provocan todas las guerras. A esto deben sumarse entre 10 y 20
millones de intentos de suicidio al año. Por eso es considerado hoy un grave
problema para la salud pública. Muchas investigaciones demuestran que esta
fatídica decisión puede ser prevenida mediante programas de asistencia y
contención. El suicidio es un problema mayor y representa el 1,5% de los gastos
sanitarios totales en el mundo. Este porcentaje amenaza crecer más aún y
elevarse al 2,5% de los gastos totales en salud si, como advierten los
expertos, la cifra de suicidios aumenta hasta el millón y medio de eventos
anuales para el año 2020. La OMS refiere que del l millón de personas que se
suicida cada año, muchos podrían salvarse si los gobiernos y los médicos
mejorasen sus esfuerzos por educar y tratar a los enfermos mentales y remover
simplemente los instrumentos utilizados para el suicidio.
Los suicidios son fenómenos
individuales, que responden esencialmente a causas sociales. Hay corrientes
suicidógenas, que recorren la sociedad. Estas corrientes se originan no en el
individuo, sino en la colectividad y son causa real o determinante de los
suicidios. Si tales o cuales individuos se suicidan, ello responde probablemente
al hecho de que estaban predispuestos por su constitución psicológica; las
circunstancias sociales que crean las corrientes suicidógenas, y que determinan
estas predisposiciones psicológicas. El ejemplo más notable o más elocuente es
precisamente el de las corrientes sociales que impulsan a los hombres a la
muerte, de modo que cada uno cree obedecer sólo su propio impulso, cuando no es
más que el juguete de fuerzas colectivas. Para extraer las consecuencias
prácticas del estudio del suicidio, conviene examinar el carácter normal o
patológico de este fenómeno.
Señalar el suicidio como un acto
de libertad es una grave equivocación que genera serias confusiones y
propuestas pro-suicidas. Este peligroso criterio tiene sus orígenes en
planteamientos de antiguos y modernos escritores claramente pro suicidas, como
es el caso de Shopenhauer quien decía: "darse muerte a sí mismo es un acto
de auto-liberación"). Otros pensadores y escritores como Séneca, Albert
Camus, etc. hacían planteamientos similares.
Queremos aclarar nuestra firme
convicción de que hacia al suicida jamás debemos tener una actitud de juzgar y
en cambio sí brindarle mucha comprensión. Tampoco podría pensarse, ni de lejos,
que a quien se quiere auto eliminar deban quitársele sus derechos. Pero es
absolutamente equivocado considerar que quienes están en derredor de la persona
que piensa en auto eliminarse, no deben actuar por un falso respeto y una
definición de libertad muy lejana a la realidad. La libertad como todo derecho
tiene límites y debe estar regida por la libertad como valor. El ser humano
debe tener claro que no todo lo que ha recibido por el hecho de estar vivo,
puede ser cambiado a su antojo. Decir que "quitarse la vida es un acto de
libertad" es caer en el más burdo libertinaje y en el culto a la cultura
de muerte.
La inclinación al suicidio se
agrava debido a un debilitamiento de las creencias tradicionales y al estado de
individualismo moral resultante de ello, este desaparece respondiendo a la
instrucción a otras necesidades.
El hombre se caracteriza por
estar sometido a un freno moral y no físico, es decir, responde a una
limitación social. Recibe su "ley" de una sociedad que siente como
superior a la suya. Es la conciencia social. En el único caso en que la sociedad
deja de ejercer su función de "conciencia moral", es cuando se
encuentra perturbada debido a transformaciones demasiado repentinas. En este
momento es cuando se producen bruscos ascensos en el número de suicidios.
Desde el punto de vista religioso
el suicidio es considerado como una mala acción, debido a que el ser humano no
tiene derecho a quitarse la vida que Dios le ha dado, y está condenado por el
Cristianismo, Judaísmo e Islamismo. Desde el punto de vista jurídico y de los
derechos humanos hoy el suicidio, se considera por muchos como un derecho.
La iglesia preocupada por esta
situación de enajenación del ser, busca los medios necesarios para hacer
consciencia en los que tienen la facultad de decisión en estos casos tan
delicados y de impacto social. Hace
notar el error en el que se cae cuando el hombre se cree dios, cuando saca de
su vida a Dios, llega a un estado de frialdad, en donde no importa nada ni
nadie que solo su beneficio mismo, haciendo por ello leyes aprobando lo nocivo
para el hombre mismo en vez de lo benéfico.
Por ello como cristianos de las
diferentes ramas, no podemos permitir que sigan pasando estas atrocidades,
debemos y tenemos la obligación de defender la vida en todo momento.
Como cristianos somos portadores
de amor, de vida, de perdón, de comprensión y de entrega, debemos ayudar y
portar esperanza a todas estas personas que están pasando por situaciones
difíciles, como el quitarse la vida; mostrémosle lo maravilloso de ella.
Te reto a que te atrevas a ser
diferente. “TÚ PUEDES LIBERAR UNA VIDA DEL SUICIDIO” depende de ti.
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