Niños y Facebook: se viola la edad legal
Los riesgos de un uso
prematuro de las redes sociales
21 may 2013
Autor: Silvia Costantini
El 90% de los niños entre 9 y
10 años ya tiene un perfil en Facebook y una amplia red de contactos online, aunque la edad mínima legal de acceso a Facebook es
de 13 años.
Esta es la denuncia que surge de un reciente estudio realizado por la Associazione Meter onlus, fundada por Fortunato Di Noto, en algunas escuelas elementarias de Avola sobre unos 770 alumnos.
Un dato sobre el que reflexiona con Aleteia el prof. Ezio Aceti, psicólogo infantil y formador, en el contexto de la 47º jornada mundial de las Comunicaciones Sociales, con el título: “Redes Sociales: puertas de verdad y de fe; nuevos espacios de evangelización”, celebrada el pasado domingo 12 de mayo.
¿Cuáles son los peligros para un niño de esta edad que es activo en Facebook?
Ezio Aceti: Antes que nada debemos preguntarnos por qué el niño de nueve a diez años entra tan fácilmente en Facebook. Hemos hecho un experimento fotografiando miles de habitaciones de los niños de hoy, comparándolas con las de los niños de hace cuarenta años. Las habitaciones de los niños de hoy están llenas de cosas, esto significa que un niño de entre cero y diez años es bombardeado desde pequeño con estímulos.
Por tanto el niño aprende muy pronto a vincular estos estímulos, es hábil, rápido y veloz. Por eso es capaz de entrar en Facebook. Pero le falta la profundidad de entender las cosas, los estímulos. Los riesgos son exactamente estos, ligados al hecho de que el niño no es capaz de discernir el bien del mal, la superficialidad de la profundidad, el riesgo se llama “adultización infantil”. Es decir, el niño en la red realiza cosas que son más grandes que él. También es capaz de organizarla, las junta con sus capacidades lábiles.
El comportamiento de los padres frente a la exigencia de vivir “social”, puede ser triple: de rechazo, de acompañamiento o de indiferencia. ¿Cuál es su consejo?
Ezio Aceti: Mis consejos son tres. El primero que todos los padres pongan controles parentales en sus ordenadores, de modo que la publicidad pornográfica no pueda aparecer. Esto no significa privar al niño de libertad, sino que es algo preventivo. El segundo es que el ordenador se ponga en el centro de la casa, de modo que no haya nada privado, nada secreto, al menos hasta los catorce o quince años. Esto no es falta de confianza sino que es otra forma de prevención. Confiar no significa dejar a los menores a expensas de las manipulaciones externas. El tercer punto es que se “contrate” con los hijos el tiempo en el pueden permanecer conectados. Esto significa tratarlo como adultos. No deben ser los padres los que deciden cuanto tiempo pueden estar los hijos en Facebook sino que deben establecerlo juntos.
El problema es más profundo: es necesaria una educación a la paternidad. Es necesario hacerlo de modo que la educación a la paternidad se convierta en algo cotidiano, obligatoria para todos los que tienen niños pequeños.
¿Qué tipo de problemas puede generar en el niño el uso de las redes sociales, a nivel relacional y de crecimiento personal?
Ezio Aceti: Hay diferentes problemas, los vinculados a tiempos de exposición, como tics, manías y dependencias. Hay también disturbios ligados a la adultización infantil, haciendo vivir a los niños emociones que son demasiado grandes para ellos, y los niños no son capaces de gestionar las emociones que sienten.
¿Cuáles son los aspectos positivos de la red por parte de los menores?
Ezio Aceti: El hecho es que, bien dosificadas y vigiladas por los padres son un modo de conocer mundo. El mundo del mañana será un mundo global, en el que deberán gestionar muchas redes. Con estas los niños se acostumbran a tener muchas relaciones, aunque sean estructuradas, protegidas y poco expuestas. Concluiría invitando a los padres a ser prudentes y precavidos, aprendiendo recíprocamente (padres-hijos) a utilizar estos instrumentos “social” encontrando espacios de acuerdo y de diálogo.
Esta es la denuncia que surge de un reciente estudio realizado por la Associazione Meter onlus, fundada por Fortunato Di Noto, en algunas escuelas elementarias de Avola sobre unos 770 alumnos.
Un dato sobre el que reflexiona con Aleteia el prof. Ezio Aceti, psicólogo infantil y formador, en el contexto de la 47º jornada mundial de las Comunicaciones Sociales, con el título: “Redes Sociales: puertas de verdad y de fe; nuevos espacios de evangelización”, celebrada el pasado domingo 12 de mayo.
¿Cuáles son los peligros para un niño de esta edad que es activo en Facebook?
Ezio Aceti: Antes que nada debemos preguntarnos por qué el niño de nueve a diez años entra tan fácilmente en Facebook. Hemos hecho un experimento fotografiando miles de habitaciones de los niños de hoy, comparándolas con las de los niños de hace cuarenta años. Las habitaciones de los niños de hoy están llenas de cosas, esto significa que un niño de entre cero y diez años es bombardeado desde pequeño con estímulos.
Por tanto el niño aprende muy pronto a vincular estos estímulos, es hábil, rápido y veloz. Por eso es capaz de entrar en Facebook. Pero le falta la profundidad de entender las cosas, los estímulos. Los riesgos son exactamente estos, ligados al hecho de que el niño no es capaz de discernir el bien del mal, la superficialidad de la profundidad, el riesgo se llama “adultización infantil”. Es decir, el niño en la red realiza cosas que son más grandes que él. También es capaz de organizarla, las junta con sus capacidades lábiles.
El comportamiento de los padres frente a la exigencia de vivir “social”, puede ser triple: de rechazo, de acompañamiento o de indiferencia. ¿Cuál es su consejo?
Ezio Aceti: Mis consejos son tres. El primero que todos los padres pongan controles parentales en sus ordenadores, de modo que la publicidad pornográfica no pueda aparecer. Esto no significa privar al niño de libertad, sino que es algo preventivo. El segundo es que el ordenador se ponga en el centro de la casa, de modo que no haya nada privado, nada secreto, al menos hasta los catorce o quince años. Esto no es falta de confianza sino que es otra forma de prevención. Confiar no significa dejar a los menores a expensas de las manipulaciones externas. El tercer punto es que se “contrate” con los hijos el tiempo en el pueden permanecer conectados. Esto significa tratarlo como adultos. No deben ser los padres los que deciden cuanto tiempo pueden estar los hijos en Facebook sino que deben establecerlo juntos.
El problema es más profundo: es necesaria una educación a la paternidad. Es necesario hacerlo de modo que la educación a la paternidad se convierta en algo cotidiano, obligatoria para todos los que tienen niños pequeños.
¿Qué tipo de problemas puede generar en el niño el uso de las redes sociales, a nivel relacional y de crecimiento personal?
Ezio Aceti: Hay diferentes problemas, los vinculados a tiempos de exposición, como tics, manías y dependencias. Hay también disturbios ligados a la adultización infantil, haciendo vivir a los niños emociones que son demasiado grandes para ellos, y los niños no son capaces de gestionar las emociones que sienten.
¿Cuáles son los aspectos positivos de la red por parte de los menores?
Ezio Aceti: El hecho es que, bien dosificadas y vigiladas por los padres son un modo de conocer mundo. El mundo del mañana será un mundo global, en el que deberán gestionar muchas redes. Con estas los niños se acostumbran a tener muchas relaciones, aunque sean estructuradas, protegidas y poco expuestas. Concluiría invitando a los padres a ser prudentes y precavidos, aprendiendo recíprocamente (padres-hijos) a utilizar estos instrumentos “social” encontrando espacios de acuerdo y de diálogo.
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