sábado, 25 de mayo de 2013

RESCATES ESPECIALES DE LOS TRINITARIOS
 
1. Fray Antonio de la Cruz.
 
El 22 de abril de 1620, fray Antonio de la Cruz es convocado urgentemente por el consejo real. El rey Felipe II le pide que vuelva a Argel para rescatar a Jorge Mascarenhas, gobernador de Mazagón. para conseguirlo le entrega 38.000 ducados. los moros la habían apresado a él, a su esposa, hijos y servidumbre, cuando navegaban desde las islas hacia Lisboa.
 
 
 
cuando llegó a Argel, con el dinero recaudado logró rescatar al gobernador y a 77 cautivos, entre ellos se hallaba un obispo Agustino, fray  Antonio de Gobea, obispo de Cirene, en Persia.
este redentor trinitario ayudó también a los redentores mercedarios, en una redención que hicieron estos religiosos no les alcanzaba el dinero para pagar algunos tributos. por esta razón, los turcos no les dejaban salir con los 130 cautivos que habían liberado. El padre fray Antonio se ofreció a pagarles lo que les faltaba.
otro hecho de ayuda mutua entre Trinitarios y Mercedarios sucedió con el P. Bernardo Monroy. El P. Baltasar Buitrago había enviado dinero (2.000 reales) para ayudar al P. Bernardo que estaba preso en el castillo del emperador. El padre Bernardo Monroy en vez de captarlos para sí, se los ofreció al P. fray Jerónimo Jurado, mercedario, que se encontraba cautivo en aquella ciudad.
 
RESCATE DE CINCO JESUITAS
Estos religiosos fueron hechos cautivos por los corsarios cerca de Oporto (Portugal) cuando se dirigían a América. Ante esta desgracia, el rey Juan V ordenó a los trinitarios que se ocupasen del rescate de los jesuitas. Para ello fueron comisionados los padres Paiva y Brito.
Salieron de Lisboa el 19 de febrero de 1735. Tardaron 10 días en llegar a la bahía de Algeciras. Allí les dijeron que uno de los jesuitas ya había sido liberado bajo fianza. luego pasaron a Tetuán, Tánger y Mequínez.
Presentaron su documentación al rey Aalí. Este rey les dice que ya no valen los precios de las redenciones anteriores. Los judíos Daniel Leví y Moisés Pontes harían un nuevo ajuste. Por los cuatro jesuitas pedían un precio muy elevado, debido a su rango y dignidad. Después de una larga discusión, ofrecieron los trinitarios 410 petacas por cada cautivo seglar y mil por cada jesuita. Aceptaron los mediadores, pero con la condición del canje de 19 cautivos moros que se encontraban en las galeras de Portugal y diez perros de fila que pedía el rey Aalí.
Así se estipuló en el contrato y fueron liberados los jesuitas. Acompañados y protegidos por una escolta, llegaron a Lisboa el 4 de Octubre de 1735. Llevaban una carta del rey Aalí para Juan V donde decía cómo el rey moro le había cedido todos los cautivos portugueses que tenía, que eran 73, a un precio razonable, esto es, 30 quintales de plata, los 19 moros de las galeras y los 10 perros grandes de fila.
 
 
 
 

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